martes, 3 de septiembre de 2013

Para ella





Nació un 28 de agosto de un año lejano, me mataría si dijese el año, pues goza de la feminidad y la coquetería de una niña de 15, pasional como solo las hembras de mi familia pueden ser, es más que una persona, "un personaje" como dicen los que la conocen, una mano siempre extendida para ayudar y la otra llena de consejos, que por una vida muy vivida, son sabios cada uno de ellos.

Nadie diría que tras sus ojos, hubo tanto visto, y sentido… Si le haces una pregunta, te contestará con una historia de un año pasado en el que quizás ni siquiera existías, te hablará de vidas lejanas, de momentos incomprensibles, te hablará del pasar del tiempo y de cómo los jóvenes caemos una y otra vez en los mismos errores, te explicará victorias y derrotas mientras su mirada se pierde por la ventana, tras que la que tu solo ves un edificio hasta que empieza su relato, entonces el cielo y el tendedero del vecino se difuminan y compartes con ella la visión de ese otro mundo en el que habitó hace ya algunas lluvias…

Guerrera y protectora cuida de sus 8 niños aunque el mayor de ellos pase  de los 50.

Tiene la capacidad de elevarte a los cielos en halagos y cumplidos cuando tu ego esta por los suelos y pegar un puñetazo en la mesa y hacer que bajes de golpe cuando no estás haciendo lo correcto.

Adora la radio, todo el día está encendida en su casa, y discute de política mejor que cualquier locutor.

Y no hay ningún lugar en el mundo como su sofá verde botella, es el único lugar donde si te estiras puedes dormir tan a pierna suelta, que se te olvida el tiempo, y nadie arropa como ella, con el edredón de flores azules que una vez fue mío en un mundo a eones de este. Ya en la segunda fase de sueño aún puedes notar cómo te acaricia el pelo mientras duermes y con los ojos cerrados sabes que te mira con una ternura infinita, que te hace sentir orgullosa, pues la suerte de que te quiera tanto no la tiene todo el mundo.

Si vas a comer a su casa no cenaras seguro, pues siempre hay más de un primer plato y más de un segundo y cuando ya no puedes mas te pregunta… ¿Quieres que te haga 2 huevos fritos? Evidentemente la respuesta siempre un “no, gracias” pero proseguirá pasándote lista a todos los postres que tiene o puede prepararte en un santiamén, a lo que contestas “no, gracias” pero no importa porque sigilosa se irá a la cocina y oirás el chisporroteo de los huevos saltando en el aceite mientras te pela una naranja. Y ten narices de decir que no. Que te dirá que estas delgada y que no te alimentas, con una amenazadora mirada.

Me gusta mi abuela, me gustaría aunque no lo fuese, quizás porque en algunas cosas soy como ella y en otras desearía serlo. Y es que sus brazos eran mi refugio, más de lo que ella supo jamás, el único ser del que nunca he dudado, su casa el último reducto de mi infancia, donde podía recordar al tocar los viejos muebles, al andar por el pasillo cuando llegaba y al entrar en su cocina para explicarle algo que me preocupa o esperando su mirada de orgullo cuando traigo el éxito conmigo. A la que me apoyaba, me decia las verdades, y jamás mentía, ni a ella, ni a los demás. A ella que fué mujer, amiga, madre, abuela, a la que fue hija, nieta, hermana y esposa y tantas  cosas más,... a ella a la que siempre estuvo ahí. A la que echo de menos cada día, pero cada día me acompaña.  Para ella.

VASO DE TUBO



En vacaciones, sin ordenador, sin teléfonos, sin obligaciones.... Solo en momentos de sosiego mental, pueden salir a flote esos pequeños detalles, de cotidianidad automática, esa que normalmente ni piensas. 
Me di cuenta de una manía que tengo, una pequeña manía...
El momento que me traen la bebida en un bar , y me encuentro el vaso de tubo.

Hablemos del vaso de tubo o mejor. Preguntémonos quién carajo "tuvo" la brillante idea de inventarlo. 

Hace unos días estando "En buena compañía" (dejémoslo ahí) pedimos un refresco en un bar y "En buena compañía" vió como le decía al camarero...

-Disculpa, ¿podrías traerme cualquier vaso, menos un vaso de tubo?

Me miró en silencio, solo sonriendo, esperando alguna explicación.

-No me gustan los vasos de tubo. Están diseñados para desequilibrarse, ¡es una cuestión física! la tensión que has de hacer al beber con un vaso de tubo es inmensa, controlando la velocidad al levantarlo, en busca del  ángulo milimétricamente perfecto para que la gravedad no te eche por encima toda la bebida. Mirando bizca el culo del vaso, cerciorándote de dónde está el contenido del mismo a cada segundo. ¡Es una tensión!



Mira  como  sostienes la copa balón, comprueba la sensación de abundancia al no poder replegar los dedos a su alrededor, con esa gran abertura que permite bañar tu mirada en su interior, justo antes de inclinar ligeramente la copa y con un sorbo... ahogar tu paladar de una sola vez relajada sin que  te de la sensación de que se vaya a derramar.

Intenta hacer lo mismo con un vaso de tubo, miras en su interior, que bien elegido el nombre, es un tubo, ¿por qué alguien quería beber de un tubo?, donde no puedes ni ver el final, y aún y así te parece pequeño. No, definitivamente no me gustan los vasos de tubo.

 .
En ese momento el camarero volvía con una maravillosa copa balón, en la que regué mi líquido y brinde, porque aunque algún ingeniero sin sed,  había diseñado los vasos de tubo, alguien "tuvo" la brillante idea de rebatir la incoherencia con una enorme, deliciosa y perfecta copa balón.

Por lo tanto quiero hacer un llamamiento los empleados hosteleros , por favor, ¡No al vaso de tubo! Mis disculpas a todos los que han tenido que hacer un viaje extra para ir a buscarme la copa balón y gracias a todos aquellos que entienden que cerveza y "tubo" no pueden ir juntos.