Hoy os dejo con una peregrina... Que hizo el camino de Santiago hace ya tres años... Me regaló muchas cosas, entre ellas , el deseo inenarrable de repetir, de seguir caminando... Ahora que entra el verano y hay dubitativos que piensan en hacerlo... Ojalá la primera pagina, del que fué mi primera prueba de fuego como escritora, os haga llenar la mochila, y empezar una de las aventuras mas mágicas de vuestras vidas...
" El camino está vivo, respira, y siente. Es sabio, quizás por su vejez, el camino abraza a todo caminante que viene a saludarle, y habla el idioma de cualquier peregrino, sin importar nacionalidad o condición. El camino es mágico, al fuerte lo hace débil y al débil lo hace fuerte, al sabio le muestra lo estúpido que es y al estúpido que sabe más de lo que cree.
El camino es largo, a veces llano, otro empinado, no siempre te lo pone fácil, también tiene piedras grandes y afiladas que traspasar pero solo lo hace para recordarte que puedes sortearlas.
El camino es tan ancho como largo, para que todos los peregrinos puedan ir juntos. Pero solo si lo desean, estar solo en el camino es estar también muy bien acompañado.
El camino te convierte en un buscador de algo invisible, y silencioso que ni tan siquiera sabias que buscabas, mientras que las preguntas que querías contestar pasan a no tener importancia.
El camino, como me dijo mi compañera Ana, te muestra tu desnudez te deja sin defensas para que puedas ser tu mismo.
Y es que al final del camino, más allá incluso de Santiago, quizás en la luz incesante del faro de Finisterre, entre el ocaso y la bruma nocturno, ahí, en silencio, en el fin de la tierra, te presenta a alguien que siempre estuvo ahí, y al que no veías...
Y de repente ....
Te ves... Te gustas... Te amas... "
Buen CAMINO...
