Un instante, eso es lo que necesita la vida para que todo
cambia, un instante.
Todo controlado, emociones quietas, tranquilidad alcanzada,
cuerpo en reposo, todo en un sutil estado de paz… completo, perfecto…. Y
entonces llega… un instante… ese… el necesario, para que la efervescencia de
los deseos y sueños ,despierten en busca de algo mas.
Un instante, en
formas diversas aparecen de la nada , pueden ser las palabras perdidas en una
oración fortuita, de boca de un desconocido, entre las líneas de un chat con
una amiga lejana, incluso en un beso que no esperabas, o en un sueño que veías “imposible”
y que empieza a gestarse….
Un instante puede
desencadenarlo todo, cuando menos lo esperas, susurrándote al oído.“Mas allá,
hay mas…” sonriéndote y señalando mas allá del camino en un horizonte que habías
olvidado mirar… y diciéndote que sigas adelante…. Sin miedo.
Si piensas fríamente, todas las grandezas de tu vida, quizás
también las miserias, todas las que recuerdas tatuadas en una epidermis
invisible ,empezaron con un instante. En ese momento, te dejaron sin
respiración, con la cabeza vacía, sin saber procesar la información y a continuación,
el instante se esfuma, y empieza el huracán, y como en un efecto mariposa ,
todo se altera, gira , y te hace vibrar buscando , queriendo , deseando y
caminando a toda velocidad, en una dirección que ni tan siquiera sabias que existía.
Todo lo planificado y controladamente medido en tu cabeza ,deja
de tener sentido, de nuevo la vida se ríe y en silencio te pregunta “ Esto no
te lo esperaba ¿verdad?” , y no puedes
mas que darte de cabezazos contra la pared mas cercana , pensando en la cantidad
de tiempo invertido preocupándote de algo que no iba a pasar. Y entonces recuerdas,
que no debes preocuparte , porque tarde o temprano , como por arte de magia ,
aparece …un instante.