Hay
veces que hablo del concepto tiempo y lo importante que es, hoy lo
reitero, últimamente veo a mi alrededor personas que en una distancia o
otra de mi vida, con mas o menos años que yo se apagan poco a poco sin
que nadie pueda remediarlo, simplemente se van o luchan por quedarse
ante la mirada atónita de los que seguimos aquí como si mañana fuese a
ser igual que hoy, sin darle importancia a que estamos bien, no sentimos
que estamos bien, solo cuando nos duele algo recordamos lo maravilloso
que es que no nos duela nada.
Pero ocurre que hay veces que la vida nos pone delante algo para que veamos que mañana podríamos no estar bien, y no se trata de ser un hipocondríaco , pero si el valorar que HOY estamos aquí, y que hay muchas cosas que hacer antes de irnos.
Una de mis técnicas ante la impotencia y la rabia de ver como una luz se apaga en un hospital es ver como se enciende otra, bajar a la planta de maternidad y ver todas esas cunas de luces recién llegadas y gritarles en silencio, CARPE DIEM queridos míos y mucha suerte, pues cuando algo se va algo llega. Y mientras les hablo con la mirada me lo digo a mi misma y pienso en todo lo que quiero hacer antes de que mi luz empiece a parpadear para trasformarse en energía invisible, en lo estupidos que podemos llegar a ser al perder de vista la mortalidad y creernos que mañana tendrá otras 24 horas, CARPE DIEM amigos míos, por mi parte trato de hacerlo aunque la rutina de los días tenga que existir , pues el valor de luchar cada día también nos enseña, siempre hay espacio para esas pequeñas o grandes cosas que deseamos , queremos o debemos hacer para llenar ese saco interior llamado CARPE DIEM.
Pero ocurre que hay veces que la vida nos pone delante algo para que veamos que mañana podríamos no estar bien, y no se trata de ser un hipocondríaco , pero si el valorar que HOY estamos aquí, y que hay muchas cosas que hacer antes de irnos.
Una de mis técnicas ante la impotencia y la rabia de ver como una luz se apaga en un hospital es ver como se enciende otra, bajar a la planta de maternidad y ver todas esas cunas de luces recién llegadas y gritarles en silencio, CARPE DIEM queridos míos y mucha suerte, pues cuando algo se va algo llega. Y mientras les hablo con la mirada me lo digo a mi misma y pienso en todo lo que quiero hacer antes de que mi luz empiece a parpadear para trasformarse en energía invisible, en lo estupidos que podemos llegar a ser al perder de vista la mortalidad y creernos que mañana tendrá otras 24 horas, CARPE DIEM amigos míos, por mi parte trato de hacerlo aunque la rutina de los días tenga que existir , pues el valor de luchar cada día también nos enseña, siempre hay espacio para esas pequeñas o grandes cosas que deseamos , queremos o debemos hacer para llenar ese saco interior llamado CARPE DIEM.
TREMENDO, Gracias por tus escritos. BESOS
ResponderEliminar