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Lucas ¿Qué quieres ser de mayor? – El perro miró
al Dragón con sus hipnóticos ojos grises y simplemente le movió el rabo.
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¿A que viene esa pregunta Dragón?
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He estado pensado…-respondió pensativo el reptil
rosa. – ¿Y tú qué quieres ser de mayor Wisheast?
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Buena pregunta….- me quedé en blanco, en
realidad ya era mayor.- Es posible que…. Portadora de buenos recuerdos; Sí, creo
que eso- acerté a contestar triunfal.
Quizás porque últimamente la vida nos golpeaba con personas
a nuestro alrededor que te susurraban el famoso carpeDiem, con palabras tan
duras como Alzeimer. ¿A que te contraes al oírla?
Alzeimer, como sombras viscosas
que se apoderan de una persona robándole la energía, la felicidad y el tiempo.
Ese tan preciado tiempo.
He tenido que mirar a los ojos a esta enfermedad y ver en lo
que pueden transformar a una persona.
Pero también me ha dado la oportunidad de entenderla un poco
más. Y una curiosidad que tiene esta dolencia es que el enfermo se refugia en su
mente, la frase que oigo una y otra vez es
“ me da la sensación de que no estoy en este mundo” . Te preguntan mil
veces si han comido a los 5 minutos de haberse tomado el postre o te dicen que
quieren ir a casa cuando en realidad ya están en su casa. Pero a la vez, te hablan
de recuerdos antiguos, a veces muy antiguos, te das cuenta de que se refugian
en los lugares que más han marcado su vida para bien o para mal. Y ahí se
quedan, tapados con una espesa manta de viviencias pasadas que no se borran... Por el momento, parecen cada vez más incrustadas y recurrentes.
Los recuerdos más vividos, los más arraigados a sus vidas. Así que me di cuenta de dos cosas.
La primera, mirar a la enfermedad a los ojos y reírse un
poco de ella, el humor negro no siempre ha de ser malo, he incluso en esas
circunstancias he podido reírme junto a esa persona que lo esta padeciendo. Y
regalarnos momentos de alegría.
La segunda, sin duda, es que quiero ser una abuela
cebolleta, una de esas ancianas que te cuentan una y otra vez todas las
historias increíbles de su vida tratando de dejarte el legado.
Sí, una abuela cebolleta con muchas, muchas historias
alegres, y maravillosas que recordar, en
una vida vivida encuentras muchos refugios cuando el cuerpo empieza a fallar y
si también es la mente lo que le acompaña, es muy importante tener miles de
puertos donde arrimarte, tu elijes los que serán más auténticos, más arraigados
a tu alma, los buenos o los malos. Porque al final , hayas hecho lo que hayas
hecho con tu vida... Al final solo ahí podrás acudir. Cuantos más y mejores
tengas mejor ¿No te parece?
Así que esta decidido, de mayor, sin duda, voy a ser una
abuela cebolleta y pienso machacar a todo el mundo explicándoles mil historias
fantásticas de una vida increíble, simplemente por ser la mía.
Carpe diem querido lector, acumula buenos recuerdos, muchos
y grandes buenos recuerdos. No pienses que quieres hacer de mayor, HAZLO, y
conviértelo en un bonito recuerdo.
Lucas me tendió una pelota y movió su rabo mientas me miraba
con esos suplicantes ojos de cachorro.
- - Vale ¿Quién quiere jugar?- Pregunté
El Dragón dio un brinco levantándose del sofá, Lucas ladró
un par de veces y simplemente nos fuimos a rubricar otro buen recuerdo.
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