viernes, 7 de noviembre de 2014

Quiero ser una abuela cebolleta





-       Lucas ¿Qué quieres ser de mayor? – El perro miró al Dragón con sus hipnóticos ojos grises y simplemente le movió el rabo.
-       ¿A que viene esa pregunta Dragón?
-       He estado pensado…-respondió pensativo el reptil rosa. – ¿Y tú qué quieres ser de mayor Wisheast?
-       Buena pregunta….- me quedé en blanco, en realidad ya era mayor.- Es posible que…. Portadora de buenos recuerdos; Sí, creo que eso- acerté a contestar triunfal.

Quizás porque últimamente la vida nos golpeaba con personas a nuestro alrededor que te susurraban el famoso carpeDiem, con palabras tan duras como Alzeimer. ¿A que te contraes al oírla?  Alzeimer,  como sombras viscosas que se apoderan de una persona robándole la energía, la felicidad y el tiempo. Ese tan preciado tiempo.
He tenido que mirar a los ojos a esta enfermedad y ver en lo que pueden transformar a una persona.

Pero también me ha dado la oportunidad de entenderla un poco más. Y una curiosidad que tiene esta dolencia es que el enfermo se refugia en su mente, la frase que oigo una y otra vez es  “ me da la sensación de que no estoy en este mundo” . Te preguntan mil veces si han comido a los 5 minutos de haberse tomado el postre o te dicen que quieren ir a casa cuando en realidad ya están en su casa. Pero a la vez, te hablan de recuerdos antiguos, a veces muy antiguos, te das cuenta de que se refugian en los lugares que más han marcado su vida para bien o para mal. Y ahí se quedan, tapados con una espesa manta de viviencias pasadas que no se borran... Por el momento, parecen cada vez más incrustadas y recurrentes.

Los recuerdos más vividos, los más arraigados a sus vidas. Así que me di cuenta de dos cosas.

La primera, mirar a la enfermedad a los ojos y reírse un poco de ella, el humor negro no siempre ha de ser malo, he incluso en esas circunstancias he podido reírme junto a esa persona que lo esta padeciendo. Y regalarnos momentos de alegría.

La segunda, sin duda, es que quiero ser una abuela cebolleta, una de esas ancianas que te cuentan una y otra vez todas las historias increíbles de su vida tratando de dejarte el legado.

Sí, una abuela cebolleta con muchas, muchas historias alegres, y maravillosas que recordar,  en una vida vivida encuentras muchos refugios cuando el cuerpo empieza a fallar y si también es la mente lo que le acompaña, es muy importante tener miles de puertos donde arrimarte, tu elijes los que serán más auténticos, más arraigados a tu alma, los buenos o los malos. Porque al final , hayas hecho lo que hayas hecho con tu vida... Al final solo ahí podrás acudir. Cuantos más y mejores tengas mejor ¿No te parece?

Así que esta decidido, de mayor, sin duda, voy a ser una abuela cebolleta y pienso machacar a todo el mundo explicándoles mil historias fantásticas de una vida increíble, simplemente por ser la mía.

Carpe diem querido lector, acumula buenos recuerdos, muchos y grandes buenos recuerdos. No pienses que quieres hacer de mayor, HAZLO, y conviértelo en un bonito recuerdo.

Lucas me tendió una pelota y movió su rabo mientas me miraba con esos suplicantes ojos de cachorro.

-     -  Vale ¿Quién quiere jugar?- Pregunté
El Dragón dio un brinco levantándose del sofá, Lucas ladró un par de veces y simplemente nos fuimos a rubricar otro buen recuerdo.

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