Mi
querido lector, he de hablarte, quizás cuando leas estas líneas ya sea tarde
para mi, pero quizás pueda salvarte a ti.
Algo
trágico, esta ocurriendo en el cibermundo, que se apodera de nosotros. Viperino y sigiloso disfrazado de diversión
sin más , de pasatiempos compañero en ratos muerto. Permíteme en mis últimos
minutos como bloggera explicarte como caí en sus garras. …
Era
una noche de invierno, cuando un catarro infame invadió mi cuerpo, entumeciéndolo por completo,
nublando casi mi visión y bloqueando mi cerebro.
Fuera
rugía el viento y solo el cáliz de fuego que emanaba de la chimenea me ayudaba
a combatir mis escalofríos.
Entonces
sucedió. Solo podía mover mi dedo índice contra el cristal del Ipad, mirando
las noticias de Facebook, dejando correr las lentas horas del reloj, cuando
alguien me envió una invitación a jugar a algo llamado “Candy crush” , durante
meses había obviado y suprimido cualquier sugerencia con respecto a ese juego,
pero en la oscuridad de mi soledad ;) , quizás debido a una dosis excesiva de
paracetamol, cometí el error de darle a aceptar. Entonces mi pantalla se llenó
de una jovial niña y un panel lleno de caramelos que de forma ingenua invitaba
a entrelazar y unir los colores, los vítores, las luces, el sonido celestial al
eclosionar los caramelos seleccionados, devolvieron a la habitación luces y colores, de forma inocente pasaba las
primeras pantallas, la única parte sana de mi cuerpo, es decir mi dedo índice, obedecía
a un cerebro débil que por lo menos podía juntar caramelos de colores y todo
parecía menos malo.
El tiempo perdió valor, las horas pasaban sin
fin, y así los días, cuando me dí cuenta ya era tarde, era una adicta.
Pero
lo peor de todo es cuando fallabas un partida y te decías a ti misma, -bueno ya
esta bien, voy a cerrar el juego- entonces aparecía un perro triste en la pantalla
suplicándote que le salvaras, ¿cómo ibas a dejar ahí al perrito lloriqueando?, así
que seguía, y otra vez aplausos cuando ganaba era imposible parar.
Y había más, uno llamado algo así como Diamand no se que más , el GelisSplash no se
cuantos, y tantos y tantos otros que ahora están permanentes entre mis apps
favoritos.
Absolutamente
enganchada, no se cuanto aguantaré sin volver a caer, sueño con zanahorias
parlantes, cuando camino por la calle y pasan tres coches del mismo color me da
la sensación de que van a darme 650 puntos si los junto, el otro día me encontré
delante de un escaparate de Swarosky pasando el dedo índice por el cristal para
mover los brillantes de la vitrina. Estoy perdida.
Así
que mi querido lector, esto es una llamada de alerta. Que corra por la red, avisad
a vuestros familiares y amigos¡¡ que jamás acepten una invitación a ningún inocente
juego de Tablet, porque estaréis totalmente abducidos en menos de lo que se
tarda en decir FarmerHeros.
Avisados quedáis.
PD: Pero si lo hacéis .... pasadme alguna vida.
PD: Pero si lo hacéis .... pasadme alguna vida.
Cuidado , tienes seguidores de 40 anitos que jugan a zelda...
ResponderEliminarDíselo a Jessy Spotock... a ver que te responde, jajaja
ResponderEliminarUn besote, guapa.