El dragón brincaba una y otra vez tratando de llegar al
tarro de nutella de la estantería.
-Dragón te he dicho que estas a dieta- le dije cansina.
-¿Me estas llamando gordo?- respondió con el ceño fruncido.
-Te estoy llamando “DRAGONGLOTONQUESE PASOCOMIENDOENNAVIDAD”
- asi hay mas dragón al que querer wisheast- Dijo con un suave
parpadeo.
-¡He dicho que estamos a dieta y punto!
-¿No podrías cambiar el punto por una coma y sugerir simplemente
disminuir la cantidad?
- haz el favor de no tentarme mas Dragón si tu comes yo también
comeré, no tengo fuerza de voluntad.
- ¿y si lo decidimos a cara o cruz?
-Con tu moneda de dos caras claro.-recalqué .
-No sé de que estás hablando – dijo mirando al techo.
Fuerza de voluntad,…. Uno de mis retos por cumplir, pensé
mientras le bajaba el tarro de chocolate y los dos untábamos los dedos en el.
¿Por qué me cuesta tanto tener fuerza de voluntad? ¿Cómo lo
hacen los demás? Siempre que pienso en "fuerza de voluntad" imagino a alguien con
los dientes apretados, tensando todo su cuerpo, dejando pasar el tiempo para no fumar, no
comer,no beber, para ir al gimnasio, dormir cuando toca, leer las instrucciones
del DVD…
Es desagradable ¿No te parece? La fuerza de voluntad debería
tener algún otro camino. Una lista de motivaciones, ilusionarse con el reto,
buscar la forma de disfrutar con la meta…. ¡Algo!
Todo eso es precioso, de
hecho cada día leo en Facebook frases inspiradoras respecto a la fuerza de
voluntad. Pero no siempre funciona…
Pensando, pensando… Pensé en una frase de un santo que
dijo “ La mejor manera de evitar la tentación
es caer en ella” puede ser una pista. Otra seria pensar que si tanto cuesta, quizás
es que no lo desees lo suficiente y si
no deseas algo lo suficiente no vale la pena perder el tiempo.
Más que “la fuerza de voluntad” yo lo definiría como “ganas
inagotables por conseguirlo” , sí, creo que ese es el camino, desearlo tanto que no cueste demasiado. A veces
simplemente no estamos preparados para conseguir algo que queremos.
Es como intentar
hacer ecuaciones de segundo grado sin apenas saber contar hasta diez. Es solo
cuestión de tiempo, de no castigarnos, de aceptar que ya llegará el día en que
lo queramos lo suficiente para que el esfuerzo se transforme en algo divertido.
Confiar en nosotros y en que la vida nos pondrá cada día la lección necesaria
para que algún día no sea imposible cualquier cosa que nos propongamos.
-
¿Y toda
esa explicación por comer un poco de nutella sin sentirte culpable?- me
pregunto el Dragón.
-
Calla y pásame la cuchara.
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