EL DEDO GORDO

-MECAgo#$%·$%&$%y?””%

Más o menos eso es lo que dije un nanosegundo antes del desastre, pero empecemos por el principio.

-¿Y eso dices que son lentejas?- dijo el dragón mientras señalaba uno de mis tiestos.

-Sí eso de ahí garbanzos, en este hay lechugas y ese...(sin cartel)...ese es sorpresa porque no me acuerdo la verdad, habrá que regarlo a ver que sale de ahí.- dije mientras inundaba de agua el tiesto de semillas desconocidas.

-Me gusta esto del huerto urbano, estoy deseando comerme alguno de esos hierbajos de nuestra propia cosecha.

-¿Nuestra? Pero que morro tienes Dragón, aquí la que he plantado he sido yo.

-¿Y el apoyo moral no cuenta?

-Cuenta más que me traigas otra regadera llena de agua – respondí entregándole el envase vació.

Y tralarí , tralará el Dragón entró en la cocina llenando de agua el recipiente y empapando toooodo el suelo de la cocina. Así que cuando entré pisando fuerte orgullosa de mi nueva faceta de jardinera resbalé y con un movimiento indigno y poco glamuroso fui a dar con mis pobre huesitos en el suelo.

Y ahí es cuando dije...”MECAgo#$%·$%&$%y?””%”

a continuación hice recuento de huesos:

-¿Cabeza? Sigo viendo al dragón así que bien.

-¿Manos? Bien.

-¿brazos? Necesitare ibuprofeno pero los muevo.

-¿Cadera y piernas? No estoy para bailar.

-¿Pies? En orden.

-¿Dedos de los pies? MECAgo#$%·$%&$%y?#$$%·$%&$%y?#$$%·$%&$%y#$$%·$%&$%y

Sí, el dedo gordo de mi pie estaba hecho puré, con el auxilio del gabacho conseguí ponerme en pie pero sin poder apoyar en absoluto el dedo en el suelo, con sudor frio conseguí llegar al sofá y en seguida me pusieron hielo, el dragón me abanicaba, Ami me lamía y Lucas... bueno Lucas con su cara de tontorrón temblaba sin saber que hacer.

En definitiva no era grave, podía moverlo a duras penas , pero eso significaba que no estaba roto aunque el dolor también me decía “Estate quieta...muy quieta”

Ahí estaba yo querido lector, con un montón de bocetos que dibujar , un blog que escribir, facturas del restaurante que revisar, … y yo con tal dolor en el pequeño dedo de mi pie que era incapaz de hacer nada.

Increíble -pensé dos horas después de haberme tragado mil vídeos de youtube sin poder hacer nada más-todo mi día parado por completo por un minúsculo rasguño en un diminuto espacio de mi cuerpo.

-Te das cuenta Dragón por algo tan absurdo , tan pequeño y que parece tan prescindible como un dedo del pie y no puedo moverme ni trabajar !ni nada¡

-¿Yno crees que todos nosotros no somos como tu dedo gordo?

-¿que quieres decir?

-Bueno cuantas veces nos sentimos pequeños y prescindibles pero en realidad somos mucho más, somos como tu dedo, sin nosotros nada es igual.

-Bonita manera de verlo y tienes razón, si los “dedos de los pies” osea los que estamos más abajo decidiésemos no movernos ¿Te imaginas el caos que habría?

-Eso es lo que no entendéis los humanos, es una lastima, sois más poderosos de lo que creéis y mucho más importantes de lo que imagináis, si todos decidieseis fracturar el mundo solo necesitaríais un día para que todo cambiase, un solo día de decir todos “BASTA” , si durante un solo día toda la humanidad dejase de ir a trabajar, retirase todo el dinero de los bancos, apagasen la luz y no hiciesen nada más ¿Te imaginas como temblarían los de arriba? Pensé como temblaba yo de pensar en no poder moverme al día siguiente, implicaría no poder abrir el restaurante, no facturar, no poder pagar mis gastos.... si todo eso se hiciese a nivel planetario durante un día y con la incertidumbre de si volveríamos a hacer lo mismo al día siguiente ¿Te imaginas querido lector lo que pasaría? ¿Te imaginas como aceptarían cualquier cosa que les demandásemos? Solo es soñar pero ese largo día de fiesta tumbada en mi sillón sin poder moverme me dio para soñar en un mundo donde todos los pulgares del mundo decidiesen poner en Jaque a los gobernantes. ¿Te imaginas querido lector? Un mundo en el que mandásemos nosotros.

Quien sabe, quizás algún día.

Por lo pronto , como un milagro al día siguiente me desperté con le dedo lo suficientemente entero como para poder caminar pero con una idea loca y preciosa en la cabeza, el día en que la humanidad fuese plenamente consciente de su poder.

Felices sueños querido lector.