-¡¡¡Dragón!!!-
grité desde el baño. -¿No habrás tocado mi tubo de pasta de
dientes ,verdad?
El
dragón me miró ojiplático sin entender que pasaba- pues sí claro,
soy un dragón muy limpio, me paso la vida en la bañera, lavo
siempre detrás de las orejas , abrillanto mis escamas y por su
puesto me cepillo los dientes.
-¡¡Pero
no con MI pasta de diente!!
-Wisheast
te veo muy posesiva no tenia yo conciencia de que te estuvieses
volviendo tan egoísta- me recriminó el dragón.
- Que no es eso, jamás te he dicho nada por coger mi tarro de Nutella, mis mascarillas o mi vestido de fiesta... por cierto esto último aun no me lo has explicado.
- Que quieres que te diga me sienta mejor que a ti
- Por favor dragón te sobraba medio metro del bajo, así quedó luego.
- No tienes ni idea de lo que es tener estilo Wisheas.
- Mira no estamos hablando de eso, estamos hablando de mi pasta de dientes. Tatuate eso en el cerebro JAMÁS TOQUES MI PASTA DE DIENTES.
- ¿¿PERO PORQUÉ...?? -gritó también el dragón sin entender el problema.
Pues
porque no es solo un tubo de pasta, es una “Unidad de medida
temporal”.
El
dragón me miró en silencio con el ceño fruncido sin comprender
nada.
-Vamos
a ver Dragón para llegar puntual a una cita usamos un reloj ¿verdad?
-sí...-
contestó en espera de entender la relación
-Y
para recordar un fecha usas un calendario ¿sí?
-Sí.-
volvió a decir con un tono de incomprensión.
-Pues
yo uso los tubos de pasta de dientes para determinar el tiempo de
mis sueños o proyecto.
-...-
A esa alturas el dragón ya ni contestaba, en su cabeza se dibujaban
un montón de interrogantes mientras me miraba tratando de sanear mi
cerebro.
Vamos
a ver, cuando decides crear tu propio universo, tienes un
amigo imaginario en forma de dragón rosa, una secretaria en tu
cabeza que ordena tus ideas ( a la mía lo voy a despedir en cualquier
momento), un maestro zen en la parte mas alta del hipotálamo para
recurrir a el cuando te llega una notificación del banco y un montón
de personajes más que habitan en el interior pero en ese mundo todos
los detalles son importantes, incluidas las unidades de medida, y en
mi caso, al plantearme
objetivos
a cumplir en un plazo de tiempo no establecido, prefiero medir mi
vida con cosas más visuales , por ejemplo: Tubos de pasta de
dientes.
Es
decir, voy a tardar 1 tubo de pasta de dientes en conseguir acabar un
libro o antes de acabar 3 tubos conseguiré sacar a la venta mi
colección de camisetas...
Lo
bueno de este sistema patentado por mi , es que cada noche
al cepillarte los dientes, ves como la cantidad de pasta va
disminuyendo e inconscientemente reaccionas ante el
terrible acontecimiento de ver el tubo absolutamente plano sin haber
visto cumplido tu objetivo. Dejas de visualizar el tiempo en un reloj
de arena y pasa a ser un trozo de plástico con tapón.
¿entiendes ahora la importancia de no tocar el tubo de pasta de
dientes de Wisheast?
-Dios
mio Wisheast eres mas rara que yo, y mira que soy un reptil rosa que
habla, pero vamos que no lo toco más, mientras no hagas lo mismo con
los tarros de Nutella creo que puedo robarle la pasta de dientes al
gabacho.
-yo
no haría eso le quedan 2 tubos de pasta de dientes para conseguir su
nueva consola, no se lo tomaría bien.
-¿Por
curiosidad, cuantos tubos de pasta de dientes crees que vamos a
necesitar antes de comprar la casa en el campo?
-Digamos
que todavía me quedan unas 10 limpiezas bucales en el dentista para
eso.
-Eso
me temía, pero oye súbelo a 10 limpiezas y 2 tubos de pasta de
dientes y le añades un jacuzzi ya que estamos.
-Buena
idea Dragón.
Así
que ya lo sabes querido lector, cada vez que estrenes un tubo de
pasta de dientes conviértelo en tu unidad de medida para hacer
realidad algún anhelo, no habrá escapatoria para recordar varias
veces al día que tienes un objetivo que debes cumplir. Nota. Pon
poca cantidad por si acaso.
Que bueno!!
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