martes, 22 de octubre de 2019

Y SE DESPERTÓ EL DRAGÓN



El Dragón bostezó un par de veces, salió de la caja de color kraft tropezando y cayendo de bruces, buscó la cocina y sobretodo la cafetera pero miraba desubicado, sin entender dónde estaba, un perro negro y feúcho le ladraba y gruñía desde un rincón mientras Lucas el bóxer de color canela movía el rabo y daba brincos de alegría al volver a verle.

- pero que coj...-empezó a decir el dragón dando un brinco del susto.
-Dragón- dijo alguien con acento francés detrás de él.
-Anda gabacho, ¿Qué tal? ¿Quién es este perro?, ¿Dónde está la cafetera y la bañera y sobre todo... ¿¡DONDE ESTOY ESTA VEZ¡?
-¡Vaya, vaya por fin te despiertas! llevabas en la caja de mudanzas meses- dije yo sin dar crédito, no podía creerme que mi precioso dragón rosa por fin había decidido salir. - ¿Te lo resumo?
- si por favor brevemente sobre todo si he de escuchar vuestra última locura antes de tomar el café.

El gabacho llenó la bañera y yo le hice el café mientras le explicábamos que habíamos vendido nuestro restaurante en Barcelona y que nos habíamos trasladado a Gijón donde teniamos otra crepería, una nueva perrita chillona y adorable llamada AMI,  cantidades ingentes de sidra y un montón de felicidad.

Sus ojos se abrieron como platos y una enorme sonrisa cambio el sudor frio de su frente.

-¿Estamos en Asturias?
-Oui-dijo el gabacho poniendo una buena ración de jabón en el agua de la bañera.
- ¡Por fin habéis tenido una buena idea¡ Además en tierras celtas un dragón tiene mucho más sentido. Quizás aquí puede encontrar a mis ancestros.
- Dragón estamos en Asturias no en “Juego de Tronos”, pero si te entretiene buscar tu árbol genealógico...
- Bueno casi que primero me voy a tomar un baño que tengo las escamas un poco resecas y quizás luego un par de cachopos.- sus ojos se salieron de las órbitas al decir cachopo.

 No recordaba lo glotón que era y encima ahora tenía una crepería llena de quesos, chocolates y galettes. Si no le ponía límites tendríamos que comprar una piscina en lugar de una bañera.
Pero lo que más me gustó es que estaba tan feliz como nosotros de estar en tierras astures. Por fin lo habíamos conseguido volvíamos a estar todos juntos y felices en un bello lugar llamado ASTURIAS que nos iba a traer grandes aventuras ¡

Bienvenidos Dragones, hemos vuelto.




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