viernes, 23 de octubre de 2015

SUBWAY



-Dragón ¿Me acompañas a hacer unos recados? ¿Iremos en metro?
-¿En metro? Hace tiempo que no me monto en uno de esos bichos de metal, será divertido.

Bueno divertido es cuando lo coges de vez en cuando, Dragón. Pero cuando lo coges en hora punta para ir a trabajar día si día también puede llegar a ser muchas cosas menos divertido.

Entonces mi visión se onduló junto con un sonido de arpa y fui a parar a mis tiempos en la gran ciudad, cuando todavía no tenia coche y vivía en el centro de Barcelona ....

 Metro: Medio de transporte mas socorrido y "rápido" para llegar al trabajo. Como cada mañana me entretenía  durante las ocho estaciones que hace  en contemplar el comportamiento y lenguaje corporal de los viajeros que como yo se acababan de despertar. 
Es curioso lo cerca y lejos que  se tiene a la gente en el transporte público sobre todo por la mañana. Yo sin darme cuenta hablaba con ellos mentalmente ... 


Y hay tantos tipos... La maruja con camisa de flores y carro de la compra que va al mercado y que te hace pensar ¿Que le pasa al mercado que tienes al lado de casa?¿ Y porque vas a las 8 de la mañana? debe haber un submundo feroz en el que gana la más rápida y el premio es la lubina más fresca  o las mandarinas de oferta....

Otros son los estudiantes que tienen una hoja de apuntes fuera de la carpeta y que la examinan una y otra vez tratando de memorizar el nombre del "colega" que formó la teoría de la evolución; miraba al adolescente, miraba la hoja, volvía a mirarle y me daba cuenta que esas ojeras que tenia no eran por  haber estudiado aprovechando el silencio nocturno, mas bien eran del botellón del jueves noche. Se podía notar su sudor frio mientras trataba de recordar que el nombre de aquel científico que tenía una W y sonaba a protagonista del señor de los anillos, ... Veía como miraba hacia el suelo cerrando los ojos con todas sus fuerza rebuscando en su cabeza ... 


-Darwin, es Darwin... - Me entraban ganas de decir y al levantar la mirada veía  un hombre de unos sesenta años y corbata ajustada que como yo estaba mirando los apuntes, por su cara me daba cuenta que también le estaba gritando mentalmente : - ¡Darwin coño, es Darwin! No es tan difícil, ¿ Y estos son los que me tienen que jubilar?


Un extraño aroma se mezclaba, la chica que tenia al lado esta mañana llevaba una delicada fragancia llamada Opium que generosamente compartía con el resto del vagón,  buscando una escapatoria giré l la cabeza y cual fue mi sorpresa al ver la pelambrera sobaquera de un 1.90 de tio que al contrario que la reina de los aromas, tenia pinta de conocer tan bien la ducha como el muchachito estudiante a nuestro querido Darwin, y ahí me encontraba entre un mejunge de desarmonizados aromas y tensiones porque como cada mañana el metro se había quedado 5 min parado en la parada de Plaza Sans y no tenia intención de  moverse. 

Es curioso la reacción de la gente cuando eso ocurre, lo primero es una revisión al los relojes, el calculo mental de tiempo perdido, los nervios, a continuación algunos suspiros otros gruñidos, caras de cínismo como el chico de la cazadora negra que parecía decir  "Vaya que sorpresa el metro no se mueve", las personas más optimistas como yo que recitaban (mentalmente claro), "Vamos tu puedes primero una rueda y luego la otra" ...

Pero ahi estaba parado, mientras el oxigeno empezaba a ser un bien preciado, perfumes,  sudores, alientos, y gases gástricos (que tambien los hay y ten narices ( nunca mejor dicho) de averiguar quien a sido, todos miraban al guarro de 1,90 pero no prejuzguemos que la diosa de la aromaterapia tambien se tirará pedos de vez en cuando y casi prefiero que huela a defecación gaseosa que a medio frasco de caldo de opium ) (De que flor sacarán ese perfume) 


Conseguí llegar a Plaza cataluña 20 minutos después no sabia cómo pero seguía con vida, un poco colocada por la densidad de la atmósfera, pero viva, de hecho uno de los mejores momentos del día era cuando se abrían las puertas del metro en mi parada y porfin conseguía salir.  Por la velocidad de la maruja y del tio de la cazadora negra, que también, se bajaban en esa estación te das cuenta de que no eres la única, de hecho cuando tras de mi se cerraban las puertas y miraba a los que seguían ahí   encapsulados  deducía por sus caras la enorme envidia que me tenían por haber llegado al destino.

Estoy segura de que si Darwin hubiese viajado en metro la teoría de la Evolución tendría algunas excepciones.

-Pensandolo mejor Wisheast... creo que me voy a dar un baño y nos vemos esta noche- dijo el dragón.
-cobarde...




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