CAJA TONTA, PERO QUE MUY, MUY TONTA

Al abrir la puerta de mi dormitorio contemplé el siguiente escenario:

Primero el armario estaba abierto, al augmentar el zoom de mi cornea capté que el cajón de mi lencería estaba también abierto y semi vacío, al girar la vista 10 grados a la derecha vi una pared pero detecte que 5 grados a la izquierda se me habia escapado algo, algo rosa, algo familiar, así que con rapidez viré la vista y descubrí con horror a mi dragón con un pañuelo palestino, una camiseta de Podemos, un encendedor ENCENDIDO ¡¡ Y MI SUJETADOR DE LA PERLA ( de la colección 2001,comprado en un outlet, pero aún y así estúpidamente caro) apunto de ser devorado por las llamas.

-¿DRAGON, QUE C....ÑO ESTAS HACIENDO?¡¡¡¡

-Reivindicando mis derechos de ciudadano del mundo, este sujetador es un símbolo del capitalismo que nos ha llevado a esta crisis y a un pobreza monetaria y cultural ¡¡ REBOLUCIÓN!!

• Primero, Revolución se escribe con “V” pedazo de melón. Y segundo... este sujetador no es ningún símbolo, es una prenda de una lencería exquisita, raso de primera y con push up, así que con mucho cuidado, suelta ese encendedor y déjalo en el suelo.

El dragón me miraba con furia rebelde, pero finalmente la llama empezó a temblar, desapareció y soltó la delicada prenda.

-Dragón, ahora que estamos todos mas tranquilos ¿Podrías explicarme que ha pasado para que trates de incendiar mi fondo de armario?

-¡Estoy harto! cada vez que enciendo la televisión, para poder ver 10 min de programas he de tragarme 20 minutos de incesante publicidad.

Y me he puesto a pensar. Pensaba en lo que nos dijo el franchute y amigos de otros países donde no hay unas pausas publicitarias como las de aquí, y seguí pensando, pensaba en que somos uno de los países de la Union Económica Europea con peor poder adquisitivo y en cambio donde más impulsos de compra tenemos en televisión.

¿Para que tanta publicidad si no vamos a poder comprar la mayoría de las cosas que anuncian? Ya que no tenemos dinero mas que para pagar gastos e impuesto por lo menos podrían dejarme ver a Iker Jimenez con tranquilidad ¿no? ¡Estoy harto!

La verdad es que visto así, me entraron ganas de quemar el puñetero sujetador, hacer las maletas y montar un chiringuito en alguna playa de Madagascar.

• Pero Dragón aquí todo el mundo dice que se vive mejor. En todos sitios hay cosas peores ¿ Algo malo tendrán los demás sitios no ?
• Desde luego no será su televisión. ¿Te das cuenta de que cada vez que te compras una cosa anunciada por la tele le estas pagando una parte del sueldo a los presentadores de Zapeando?

Ahora si que quemo el sujetador, y tenia razón la verdad es que si una cosas no entiendo de España es que tal como esta nuestra televisión no tengamos el nivel cultural más alto de Europa, como ya determinó en su día mi héroe Groucho Marx, “Cada vez que la enciendo me entran ganas de coger un libro”

Pero no, cada vez tenemos mas tele basura, acompañada de una inacabable publicidad en la que todo el mundo es feliz con algo que no necesita.

Bien, esta claro ¡algo nos están echando en el agua! Vamos por la 16 o 17 temporada de gran hermano, Belén Esteban es la princesa del pueblo y “Que tiempos tan felices” es numero 1 en audiencia en su franja horaria.

Definitivamente algo va mal.... pero mi pobre sujetador comprado de forma compulsiva, tras ver la foto de una modelo en un póster y querer ser tan sexy como ella, cosa que no necesito porque solo he de ser yo misma, porque siendo tu mismo eres maravilloso... ¡¡ DA IGUAL¡¡ quiero mi sujetador de la Perla, mis Jeans de Levis y mi Ipad de ultima generación.

Exacto, todos criticamos, pero al final la culpa de esos 20 minutos de publicidad, de la tele basura y de todo lo demás es una aceptación que hemos firmado con el silencio de nuestros actos, y mientras sigamos comprando el ultimo iphone, buscando el coche más molón y lamentando no tener una tele de plasma de tropecientas mil pulgadas... querido lector... hasta que no estemos dispuestos realmente a quemar nuestros sujetadores, no nos podemos quejar.

Entonces miré al dragón y vi que nuevamente estaba enganchado a la “caja tonta”, ya habían pasado 20 minutos e Iker volvía a hablar de psicofonias. Mi sujetador estaba a salvo, de lo que no estaba segura era de si el mundo también lo estaba.