6 MESES

El Dragón estaba en la bañera, naturalmente... entré y le dije.

-Dragón tengo un problema... llevo sin escribir en nuestro blog como 6 meses y no se como explicar tooooodo lo que ha ocurrido en este tiempo.

-Resume- dijo el dragón colocándose dos rodajas de pepino en los ojos mientras bostezaba tranquilamente.

-¿Cómo puedo resumir tooooodo lo que ha pasado? Un blog tiene 300 o 400 palabras y eso requeriría... ¡millones!

El Dragón levantó ligeramente uno de los círculos de pepino y con desdén me dedicó su terrible mirada de desaprobación.

-¡Fácil! Ayudaste a montar un restaurante junto al franchute y al chef, diseñaste logos, hiciste menús, pintaste, aprendiste a poner lamparas sin provocar más que un apagón, serviste mesas y preparaste kir y ricard como una franchute auténtica.

Mientras, albergabas amigos y familiares en tu casa hasta rozar el overbooking, a todo eso mejoraste tu francés (vamos con los gabachos que he tenido en casa últimamente aunque no quieras aprendes) acabaste tu book de diseño gráfico, hiciste escaparates freelance y lo mejor de todo y de hecho lo que te hizo incapaz de teclear fue un trabajo de mierda que te ponía de un humor de perros (gracias a Dios que ya has cambiado de curro) , te has despedido como una buena anfitriona de todos los vacacioneros que pasaron por tu casa y tras 6 meses agotadores has conseguido encontrar algo de control.... solo algo …. pero algo, es algo.....

y dime Wisheast ¿Puedo seguir con mi baño relajante de la tarde? Ese que llevo sin poder darme desde hace 6 meses.

-Pues si que era fácil sí.

En resumen eso es lo que ocurrió y en resumen volvemos y arrancamos este septiembre algo me dice que habrá muchas cosas que contar pero creedme mejor que pongamos un punto y final en esos 6 stresantes meses y volvamos a empezar.

Mi resumen es diferente al de mi amigo rosa , hay momentos que para encontrarte has de perderte... y cuando vuelves a mirarte a espejo y reconocerte tras un tiempo siempre ves algo mejor, algo que siempre había estado en ti pero que o bien no veías o bien no le dabas valor.

Si mi querido lector, a veces perderse es desesperante, pareces metido en un enorme laberinto sin escapatoria, hasta que te das cuenta de que la salida está donde tu quieras, cuando tu quieras, solo has de dibujar una puerta en la pared y crear tu propia nueva dirección. Una que te lleve a nuevos sitios, a nuevas aventuras y que te haga sentir como un niño la noche antes de navidad.

Y aquí estamos, yo dibujando puertas y como no, el Dragón en la bañera.