Me preguntan porque el Dragón esta tan callado últimamente,
no lo sabia contestar. Yo también me lo preguntaba, pero tanto el dragón como
yo necesitábamos estar en silencio un tiempo, hasta estar seguros de que
podíamos volver como somos, explicando historias y tratando de arrancarte una
sonrisa o dejarte pensando o las dos cosas.
Pero para eso
debíamos recomponer ciertas cosas. Es curioso pero cuanto menos tienes que
hacer menos puedes hacer, y mis dedos parecen resistirse a escribir.
Lo pensamos, se nos ocurrían mil cosas que explicarte, mi
querido lector, pero por algún motivo que no comprendiamos no podíamos.
Hasta esta mañana, mientras el Dragón y yo nos duchábamos me
dijo. ¿Y si simplemente les explicas que últimamente no estas haciendo NADA?. Y
lo peor de todo que además no te desagrada.
Y así es, desde que dejé mi trabajo hace seis meses mi vida
se limita a largos paseos, creaciones culinarias, rehabilitación de mobiliario
, algo de costura y lecturas largas. Al principio me parecía perder el tiempo,
pero con los días, descubrí una cosa que no conocía, se llama “relax sin
remordimiento” y es genial.
El problema es que todavía no había conseguido encontrar el
punto medio, ese que te permite hacer cosas sin que la hiperactividad te agote,
ni que la relajación de haga caer en un estado casi vegetativo.
Creo que lo hemos encontrado y volvemos con nuestro blog.
Algunos mejores, otros solo intentos pero siempre queriendo estar con mis
DRAGONES. Que desde hace días me
zarandean para que volvamos a meternos en la bañera.
VOLVEMOS¡
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