Era
domingo, en el sofá un dragón rosa y un franchute miraban atentos un reportaje
de Iker Giménez que hablaba de un caso de extraterrestres. Mientras un gato
negro llamado Gontran (propiedad del franchute) y yo nos acurrucábamos en la
otra esquina del sofá. El silencio atento a la voz de Iker servía de nana hipnótica,
cuando algo ocurrió….
Una extraña luz parpadeaba en la ventana, el gato fue el primero en levantar la cabeza y correr hacia el cristal para ver que ocurría, seguido de mí, el Dragón y el franchute tan absortos en el programa ni se dieron cuenta. Y entonces sucedió. Vimos una especie de platillo en el jardín, la luz se intensificó y un flash nos cegó durante un instante, al recuperar la visión ya no estábamos en el salón de mi casa, el decorado había cambiado por una sala diáfana y pálida, de las paredes emanaba una tenue luz azul, un ser extraño de color grisáceo con ojos almendrados y enormes de un verde eléctrico nos miraba con la misma curiosidad que nosotros a él.
Una extraña luz parpadeaba en la ventana, el gato fue el primero en levantar la cabeza y correr hacia el cristal para ver que ocurría, seguido de mí, el Dragón y el franchute tan absortos en el programa ni se dieron cuenta. Y entonces sucedió. Vimos una especie de platillo en el jardín, la luz se intensificó y un flash nos cegó durante un instante, al recuperar la visión ya no estábamos en el salón de mi casa, el decorado había cambiado por una sala diáfana y pálida, de las paredes emanaba una tenue luz azul, un ser extraño de color grisáceo con ojos almendrados y enormes de un verde eléctrico nos miraba con la misma curiosidad que nosotros a él.
-Hola,
vengo en son de paz.- dijo el marciano.
-¿Hola?-
dijimos el gato y yo inseguros y al unísono. ¿He dicho el gato y yo?
-¡Gontran
estás hablando! - Le dije, no sé si me provocaba más sorpresa oír a mi gato hablando
o el bicho raro que nos miraba como si fuésemos marcianos.
-Eso
mismo te iba a decir yo a ti- respondió
Gontran con los ojos como platos.
-Es
por el traductor instantáneo- aclaró el alíen- en esta habitación todos los
idiomas se entiende, vosotros habláis en vuestra lengua y el traductor hace que
el resto lo comprendamos en la nuestra.
-Vaya
que invento…-dijo el felino- bien pues antes de nada permíteme que aproveche para
decirte que el pienso que me estás dando es asqueroso y que no insistas en
comprar gourmet de pollo, prefiero el de salmón.
-
¿Esto es lo primero que se te ocurre al poder comunicarte conmigo?
-Wisheast
se nota que no has probado el pienso.
-Bien
¿podríamos dejar eso para después?- interrumpió el extraterrestre.- Estoy en misión
de investigación de la galaxia y necesitaría vuestra ayuda. Para empezar. ¿Cómo
llamáis a este planeta?
-Tierra
- contesté mientras a la vez Gontran
respondía. -Gatica
-¿Gatíca?-
miré al gato.
-¿Tierra?-respondió con mofa, mientras continuaba con su
discurso- No le hagas caso a mi servicio, están en fase embrionaria de
evolución. Estás en el planeta Gatica, donde la especie reina son los gatos.
-
¿Perdona?- contesté entre sorprendida e indignada. – Estamos en el planeta
tierra y tú eres mi mascota felina, ingrato.
-
Jajaja, ¿lo ves?- le dijo al bicho mientras me señalaba con su pata- Fase
embrionaria, creen que son los amos del planeta.
-
Pues claro que lo somos, y si tu especie tuviese que reinar no seríais los
gatos, en cualquier caso serían los leones.
-¿Leones?
Eso es una leyenda, no existen los leones ¡- de verdad que los humanos
os creéis cada tontería.
-Claro
que existen los leones en África hay muchísimos.
-¿África?
¿Qué es eso?
-Un
continente que está al otro lado del mar.
-¿Al
otro lado del mar? Ahí está el cielo de los gatos, Wisheast. En el horizonte,
de hecho está clarísimo que es así, a veces los barcos celestiales vuelven
cargados de pescados de ahí, como prueba de su existencia.
-Gontran,
son barcos pesqueros. Simplemente.
-¿Entonces
según tu donde está el cielo? ¡Lista¡
-Pues
arriba en las nubes.
-A
ver wisheast, de ahí nos podríamos caer- me dijo con tono cansino-¿Quieres más
pruebas de que nosotros somos la raza superior?- prosiguió hacia nuestro amigo
de las estrellas.
-
Bueno, siento comunicaros que los dos estáis igual de equivocados, pero creo
que tampoco estáis preparadas para la verdad todavía. Gracias por la entrevista
pero he de seguir mi viaje.
Antes
de poder tan siquiera despedirnos, de nuevo un flash nos cegó y con los ojos
aún adormecidos parpadeé de nuevo en el sofá, Gontran encima de mí me miraba
con los ojos como platos, la voz de Iker se oía todavía de fondo.
“Así
somos, creyendo estar en pos de la verdad absoluta…” decía el locutor “…si no
vemos las cosas por nosotros mismos no las creemos” “Aún y con tantas preguntas
sin contestar seguimos con la certeza de ser los amos del planeta. La
curiosidad es importante, el saber escuchar otros puntos de vista también y
saber por encima de todo que realidades hay muchas y todas son cierta”
Gontran
y yo nos mirábamos con una sonrisa cómplice ¿Realmente había ocurrido todo lo
que parecía haber sido un sueño?
-
Dragón tengo una pregunta para ti… - dije con curiosidad
-
¿Cómo se llama nuestro planeta?
-
Dragonia- dijo el dragón con total confianza en su afirmación
mientras el franchute le dirigió una mirada extraña.
- ¿Dragonia?-preguntó con su acento sin erres.
-
Claro, Franchute¡¡ pfff vaya otra mascota a la que tengo que educar…
como si no tuviese bastante con Wisheast y el gato. – respondió el dragón
clamando al cielo con la mirada.
-
¿Mascota?- preguntó nuevamente indignado mirando al Dragón sin saber que responderle.
-
Vale voy a prepararle una lata de salmón a Gontran,
es su favorito.
¡Ah¡ y por cierto, quizás deberíamos cambiarle el
pienso…. Creo que no le gusta….- Le dije segura de mi misma.
El franchute continuo mirándome sin entender nada con
sus enormes ojos azules, miró el Ricard de la mesa y decidió darle un trago.
Sin decir nada más.
Se echan de menos esas fantásticas vivencias reales o ficticias que vomitaba tu mente. Somos muchos los que las añoramos a ver si vuelven.
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