Acento dulce, miradas que derriten, gestos delicados, gustos exquisitos... salir con un francés es una experiencia excepcional. Al menos con este en concreto.
Si no todo es perfecto, el tono vainilla de la piel no le
permite demasiado tiempo al sol como una especie de mowai lo rehúye en la
medida de lo posible (pero se le puede mojar) y en este caso concreto, ese rubio de ojos celestes y metro
ochenta cinco con mirada de infarto, no riñe con las freakerias de un gafapasta embutido en
camisetas de star wars.
Babea con un playstation 4, y colecciona cualquier cosa de
Alien. Sí, ni siquiera en unas circunstancias como las de ser un sexy franchute
te libras de alejarte de la perfección. Y eso
me gusta, no me gustan las cosas perfectas aunque J. se acerque
mucho perfecto al menos para mi.
No estoy muy segura de que la mayoría de las personas me
entiendan cuando digo que el franchute que me ronda por muy atractivo que sea
es mil veces más guapo por dentro.
Por fin alguien que no me aburre, con el que poder dialogar
y estar en perfecto desacuerdo sin que eso sea un ataque, muy al contrario,
aporte de información y de reflexión.
Quizás hablar de él
en el blog me parece importante porque últimamente muchas de mis reflexiones
vienen teñidas de conversaciones junto a él y una botella de vino. Quizás
porque cada día tengo más claro el haber encontrado una parte que llena un
vacío que nadie había podido llenar antes.
Quizás porque me parece que va a estar mucho tiempo cerca. Y por muchas veces oiréis hablar del franchute…
Os lo
presento. Con sus recetas de quesos y su aroma a vino, con la mirada infantil
al ver un nuevo comic de Marvel, con mil anécdotas de una vida muy vivida llena
de errores y aciertos ,de riesgos que lo convierten en la esencia de un elixir
perfecto a base de pruebas y errores. Que te hacen valorar más las cosas
invisibles, una simple palabra, algo tan sutíl como un beso que no esperas o un
paseo en silencio.
Todo cabe en los enormes brazos del franchute. Todo se llena
cuando el está cerca. Así que el Dragón definitivamente se encariñó de él e
incluso le dejó espacio para hacerle compañía en su bañera.
Se de un dragon que se pone celoso Y nervioso a mi lado...."que no dragon no me miras asi por favor, por favor me haces otra vez tu grito de alien ? "
ResponderEliminarCon todos ustedes J.
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